Mami, estoy aburrido

Mami... ¡Estoy aburrido!

Que terribles e incomprensibles pueden sonar estas palabras en los oídos de un adulto para el que las horas del día parecen tener cada vez menos minutos. Para ambos lados, Niños y adultos, es imposible percibir el transcurrir del tiempo de la misma manera que el otro.

Los niños son maquinitas diseñadas por la naturaleza con un solo objetivo... Aprender. Toda su energía, todos sus juegos, todas sus actividades son herramientas inventadas por natura allá en la epoca en la que la vida era solo un experimento. Todos son mecanismos que garantizan el aprendizaje necesario para lograr una exitosa vida adulta.

Al transcurrir el tiempo sin una estimulación sensorial adecuada, la alarma interna se dispara, los receptores pierden su objetivo, el laborioso cerebro en desrrollo no sabe que hacer y el niño... pues el niño se aburre.

Para empeorar la cosas, un día para un niño que solo ha tenido la oportunidad de vivir dos o tres millares de ellos a lo sumo, puede resultar de un largo inexplicable para "vejestorios" como nosotros con cuatro (o mas) veces mas amaneceres en nuestra cuenta. La proporcionalidad hacia el tiempo vivido hace que para nosotros "perder" unas horas sin hacer nada no sea una perspectiva tan desagradable. Ya nuestros sentidos comienzan a estar un poco cansados y desconectarse de vez en cuando es una necesidad.

El transcurrir de la vida no me ha dado la oportunidad de educar hijos propios pero, para que negarlo, me agradan los niños y espero estar aun a tiempo, si mi Dios considera justo premiarme por algo bueno que haya hecho en este mundo . 
 

No recuerdo muchas cosas de niño (¿amnesia selectiva defensiva?) pero, por lo que me cuentan sin embargo, mis padres tuvieron el privilegio de tener en mi a uno de esos niños para los que el "Mami... ¡Estoy Aburrido!" fueron sus palabras favoritas. Esto, unido a una fogosidad e intranquilidad innata (Eso es por ser Aries según mi mamá), provocaron unas que otras (en realidad bastantes) situaciones públicas de cierta incomodidad al intentar contrarrestar esa fase de aburrimiento infantil tan común en mi. 
 

Hoy, ya adulto, la cosa parece haber resultado bastante bien y ya no me aburro tanto, exceptuando en algunas cadenas de radio y televisión, pero.. ¿Quien no?. Pero trato de ser comprensivo con el aburrimiento de los niños y, en general, me va bien en la tarea.. ¿Será por eso que ha disminuido mi propio aburrimiento?... pué sé

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