Espinas..

¡No le toques ya más,
que así es la rosa!
Juan Ramón Jiménez

Que cosas. Como nos encanta una bendita espina. Esto, unido a que tenemos una ceguera genética para verlas, hace que nos empeñemos en abrazar bien fuerte esas hermosas rosas que nos encontramos en la vida.

Largas y penetrantes, nos emociona que se hinquen profundamente en nuestras almas cada vez que tratamos de acercarnos... ¡que rico!, anestesiados por una momentánea felicidad, dejamos que nos abran el corazón, que nos arañen, que nos provoquen una hemorragia de sentimientos.. que nos hagan un daño acumulativo que poco a poco nos destruye... o por lo menos destruye el buen sentimiento que podamos tener hacia esa florecilla hermosa que nos atrae...

Cosa buena sería si no nos dieramos cuenta de ello demasiado tarde.. solo cuando la herida sea tan grande que permita salir todo... dejándonos vacíos... sin nada que llene ese espacio donde guardamos esos sentimientos que nos movían a abrazar ese espinoso ser...

Pero nos encantan esas espinas... y seguimos tomando impulso y estrellándonos duro contra ellas... qué de cosas las que nos obligan a hacer unos pétalos suaves.. y unos hermosos ojos...

Pensándolo bien, ¿Qué diablos importan unos cuantos pinchazos? Es barato si logramos mirarnos en esos mares fantásticos... si podemos atisbar un ratico esos mundos maravillosos que solo con un poquito de dolor pueden ser entendidos. ¿Qué no pagaríamos por un segundo en esos paisajes de fantasía?

De verdad... nos encantan esas benditas espinas.

0 comentarios por ahora. Escribe uno:

Publicar un comentario

Hola... deja tu comentario aqui. No permito ni favorezco intercambio o descarga alguna de audios o videos. Cualquier comentario relacionado con este aspecto será eliminado de inmediato y sin aviso.
Cuaquier comentario soez y ofensivo correrá el mismo destino.