Aquí estamos...

Hasta hoy, nada mejora. Estoy intentando cambiar el rumbo y reorientar mis pasos. De verdad, pero todos los días surge algo, diseñado por vaya usted a saber que sádico demonio, para tratar de sacarme de mi camino y convencerme de la futilidad de mis actos.

Esto se ha convertido en una diaria lucha para mejorar mi actitud, lograr mayor efectividad en las cosas que hago y cumplir con lo que se espera de mí.. Pero es deprimente no lograr el objetivo. Hago algo que pienso que está bien y dos cosas salen mal... y el tiempo se acaba. Pero seguiré adelante, el Padre otorga las vivencias y nuestro destino es seguirlas y aprender de ellas.

De verdad estoy agradecido con el Padre por estar siempre conmigo y estoy convencido que él rige mis ciclos y que solo termina uno para llevarme a otro para el que siempre estoy preparado (aunque no lo parezca). Si este ciclo ha terminado, le gradezco profundamente haberme traído aquí y la oportunidad de comenzar otro nuevo.

Obviando todas las otras cosas que he vivido y que han podido seguir los que me leen, no puedo negar que los últimos años han sido de aprendizaje continuo y que, ahora, soy al menos un poco mejor que antes de comenzar el presente ciclo...aún falta por aprender, estoy en eso, y me dedicaré a este aprendizaje hasta el último día del tiempo que el padre me haya otorgado... No abandonaré, aquí estamos y aquí seguimos... y de nuevo, ¡Gracias Padre! por estar siempre conmigo.