Semillas de Mostaza

Desde los tiempos en que cualquier cosa era un recurso aceptable para generar una parábola o una fábula, los granitos de mostaza fueron tema seguro para una que otra exitosa metáfora que, por repetitiva, tiende a rayar en una especie de xenofobia vegetal bastante extendida. Es que, invariablemente, la semilla de mostaza históricamente había sido usado para ejemplificar una cosita mínima e insignificante que, a pesar de llegar a superarse en la moraleja de todas las historias, no deja de ser discriminatoria para la pobre cosita... digo, para la pobre semilla.

Verán, estoy seguro de que hay infinidad de vástagos vegetales más pequeños e insignificantes, pero mamá mostaza ha tenido que sufrir el permanente escarnio de tener como descendientes a los pigmeos del mundo vegetal. Sólo en los últimos tiempos, en los que el acceso a las especias y especialidades culinarias se ha masificado, la semillita ha logrado reivindicar sus habilidades y bondades siendo mundialmente reconocida más por sus cualidades que por sus características físicas... o sea, las bichitas están viviendo su sueño dorado...

Es que esas cambiaron su fama de miniaturas por la de ser una mezcla entre penicilina, vitamina c, viagra, morfina y diazepan con algunas propiedades de piedra filosofal y ciertos toques de ambrosía.  Eso sin contar con el hecho de que es, de eso si doy fe, la mamá de los aderezos... y, si has seguido mi perorata hasta aquí, imagino que estarás de acuerdo en esto último.

Pero esas pequeñas cositas, al juntarse y formar esa crema que todos conocemos hoy, me han mostrado una cualidad única y oculta que han tenido a bien revelarme hace poco y que, solo con ella, reivindican una era de segregación e histórico olvido.

Verán, la semilla de mostaza, o su salsa en este caso, tiene la propiedad de aliviar oscuridades internas, alegrar espíritus, borrar discrepancias, reconciliar corazones, hacer que "tu" corazón lata de nuevo, trae la risa a tu rostro y al ajeno, enciende el brillo de tus ojos en complicidad con los que miras... es decir, encadena tus demonios y te alegra el día... Ahora si, Diazepan, morfina, fluoxetina, whisky, cerveza, sol, luna, estrellas, etc.. Todo junto, molido y especiado en esa crema amarilla que, estúpidamente, hasta ahora solo he usado como aderezo.

Y cómo desatas todas esas magnificas cualidades de la mostaza?... En infusiones? En decocciones? Friegas? Vaporizaciones?... pues déjenme decirles que no, nada de eso funcionará... solo la convertirías en un brebaje más y no obtendrías ninguna de ellas..

Verán.. para lograr sus mejores efectos solo deben... embadurnar la cara correcta con ella y, para mejores efectos, dejar que la mano correcta embadurne "tu" cara con ella. Vaya, amigos y amigas, no tienen ni idea el efecto reparador que este simple juego tiene sobre tu ánimo.
 
Es que ese "tu" simple y primigenio... ese "tu" que fuiste antes de lastrarte con responsabilidades de planes y futuros posibles... Ese "tu" que cargaste con capa tras capa de corazas marcadas con el remoquete de adulto... Ese "tu" que ahogaste bajo el peso de años de restricciones y represiones... Ese "tu" que disuade a la oscuridad de anidar en tu espíritu... ese "tu" que fuiste y que olvidaste ser, surge a la superficie integro e incólume con el simple juego de aderezar con mostaza una cara amiga, y permitir que la mano amiga que hace juego lo haga contigo.
 
Dejar que ese "tu" que una vez fuiste surja a la luz y tome el control, aunque sea por un rato, remueve y libera en el proceso un montón de barro y chatarra acumulada. Ese "tu" deja caer un montón de morralla que no hace más que amargarte la vida restándole calidad y no permitiéndote dar luz a quienes te acompañan por ella.
 
¿Les parece exagerado?.. hagan la prueba. Verán lo que les digo.. Eso sí, el secreto está en la cara que embadurnas... debe ser la correcta. Si no lo es, no funcionará. Pero les aseguro algo, no pueden equivocarse, siempre sabrán cual es la persona correcta...

Recuerda,

Juega a manchar con mostaza la cara correcta. Deja que la mano que hace juego manche la tuya. Juega sin sutilezas y ese "tu", simple y primigenio, que fuiste y olvidaste ser surgirá a la luz removiendo en el proceso toda la basura que acumulaste sobre él... aligerando tu carga y aliviando tu camino.

y luego, una buena hamburguesa, un hot dog o un sanduchito con mostaza.. para cerrar con broche de oro.
 

0 comentarios por ahora. Escribe uno:

Publicar un comentario

Hola... deja tu comentario aqui. No permito ni favorezco intercambio o descarga alguna de audios o videos. Cualquier comentario relacionado con este aspecto será eliminado de inmediato y sin aviso.
Cuaquier comentario soez y ofensivo correrá el mismo destino.